Equinorte en Alemania: el regalo no esperado de Silverio

Equinorte en Alemania: el regalo no esperado de Silverio

Silverio en Alemania

Haber visto en Alemania, de manera directa, la fabricación de la maquinaria que él maneja como empleado de Equinorte en Barranquilla, era algo que ni siquiera estaba en los sueños de Silverio José Miranda Pérez, pero lo vivió, recientemente, y no duda en definirlo como una “aventura”.

Él, junto con 16 empleados, a los que llama “guerreros”, tuvo el privilegio de fortalecer sus conocimientos en organización laboral, desempeño, responsabilidad, entre otros temas que hicieron parte de la agenda cumplida en el señalado país europeo.

“Eso es como un sueño porque uno no lo esperaba. Son experiencias que uno vive en un país que no conoce; es una aventura. Habíamos 16 guerreros allá, peleando y luchando con cosas nuevas… súbete en un avión, bájate de un avión, móntate en un tren… esa es toda una experiencia“, contó Miranda, quien desde el 7 de marzo del 2003 es trabajador de Equinorte.

Destacó el haber aprendido sobre la construcción de las máquinas que son usadas para el sector de la construcción, muchas de ellas importadas desde el país al que fue a capacitarse y también a conocer otra cultura, “al otro lado del charco”.

“Entré en maquinaria, primero como vibrocompactador y pasé a manejar las minicargadoras. Yo manejo desde la más grande, la mediana, y la más pequeñita. Equinorte es una empresa que le ha brindado muchas oportunidades a uno y a nuestros hijos. Es, mejor dicho, un hogar de nosotros”, expresó en agradecimiento a los directivos de la compañía, liderados por su presidente Guillermo Cepeda.

Néider Gallego con Guillermo Cepeda.

ES UNA EXPERIENCIA ENRIQUECEDORA

 

Sin palabras dice haberse quedado el operador logístico del área de maquinaria de la empresa Equinorte, Néider José Gallego Peña quien, junto con un grupo de compañeros de trabajo, vivió la experiencia de viajar a Alemania en plan de capacitación.

“En ningún momento, hasta ahora, se me había pasado por la mente que iba a romper fronteras”, manifestó Gallego con una satisfacción reflejada en su rostro. Él completó 10 años de hacer parte de la familia de trabajadores de esta compañía costeña, especializada en facilitar maquinaria requerida por el sector de la construcción.

Contó que en una ocasión por poco viaja, pero no se concretó. Sin embargo, en esta oportunidad casi se quema con un café capuchino hirviendo que iba tomarse cuando le comunicaron que era uno de los escogidos para un viaje a Europa, cuyo fin era ampliarle sus conocimientos en torno al trabajo que ha venido de-sempeñando.

“La experiencia es muy enriquecedora a nivel cultural, a nivel de aprendizaje, la calidad de vida allá y la atención de las personas. Encontrarse con personas latinas que emigraron para conseguirse una mejor calidad de vida, es sorprendente lo que han logrado. Entonces ese viaje me marcó”, comentó.

Destacó que, dentro del proceso de aprendizaje, lo impresionó el nivel de organización laboral observado en la fábrica visitada. “La estructura como ellos tienen organizada cada área de trabajo; sus fundamentos de trabajo son basados en las teorías de 5S; y todo eso de la cultura japonesa, aplicada a la labor como para hacer más efectivas y eficientes las tareas del diario de la compañía”, indicó.

Anotó que hay que reconocer que existe una barrera, que no es difícil de romper, pero sí hay que trabajar con dedicación para adoptar la cultura de trabajo mostrada por el trabajador alemán, basada en la responsabilidad y el cumplimiento de los tiempos, entre otros factores.

“Obviamente, nosotros somos distintos, tenemos un ritmo de trabajo, pero no como el de ellos que es cultural”, dice Néider, quien le llamó la atención que los empleados de la fábrica visitada no usaban cascos de protección, lo que atribuye a la organización de como se desarrollan los procesos.

Finalmente, Gallego destacó el apoyo que reciben los trabajadores de Equinorte para ampliar conocimientos y habilidades. “Ya se lo he manifestado a nuestro presidente, al ingeniero Guillermo Cepeda, pero las palabras se quedan cortas como para el agradecimiento, pues a uno le queda este reconocimiento que le hacen como colaborador y que, además, como persona me nutrió mucho. Eternamente agradecido con la empresa”.

Emmanuel Morales Ayala

COMO EL GOCE DEL CARNAVAL

 

Emmanuel Morales Ayala encontró en el tradicional lema del Carnaval de Barranquilla, ‘quien lo vive es quien lo goza’, la singular manera de describir su vivencia en Alemania, país en el que estuvo por varios días dentro de un plan de intercambio de conocimientos, impulsado por la empresa de la que hace parte, Equinorte.

“Fue una experiencia fabulosa, llena de muchos conocimientos y muchas enseñanzas todos los días por el recorrido por Europa. Alemania, su cultura, su ingeniería muy buena, muy fructífera para aprender muchas cosas”, expresó.

Morales lleva 5 años y medio en Equinorte, empezando como técnico-mecánico, y en la actualidad se desempeña como líder de mantenimiento desde la parte administrativa.

Para él, el trabajador debe gozar con lo que hace. “Esto es un diario vivir que es emocionante por lo que se aprende acá… Hay que vivirlo como el Carnaval de Barranquilla”, anotó.

Insistió en que el viaje a Alemania significa una experiencia indescriptible. “Es algo que fue muy especial para todos nosotros y para mí me lo disfruté al máximo. Traté de aprovechar cada momento que vivía, cada lugar que conocía”.

En torno a lo aprendido de los alemanes destacó que ven la vida de otra manera, con mucha cultura. “Son muy organizados, el personal tiene en cuenta con muchas herramientas que facilitan demasiado el trabajo, una ensambladora, repuestos a la mano”, señaló.

Agregó que en Alemania las compañías implementan mucho las 5S, que es algo que se viene teniendo en cuenta al interior de Equinorte. “Vamos por buen camino, organizando, y la idea es seguir avanzando”.

Morales concluyó la exposición de su experiencia refiriéndose a lo que piensa de la oportunidad que les da a los trabajadores la empresa de la que hace parte. “Es una oportunidad que no a muchas personas se les da, pero gracias al ingeniero Guillermo (Cepeda) y a Dios, primero que todo, se nos dio al grupo”.

Créditos: https://elnorte.com.co/

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